Friday, October 17, 2008

No a la propuesta Número 8

Después de navegar por la red en busca de información acerca de la propuesta 8 en California, me di cuenta que los artículos en español son bastante escasos. Encontré unos videos en youtube.com en apoyo a la propuesta 8, los que interesantemente en lugar de aclarar dudas -- fomentaban miedo. 

¿Miedo al cambio? Lo entiendo. Sin embargo, nada cambia para aquellos que ya tienen el derecho a casarse. El cambio es para aquellos que no lo tienen, y más aún, para aquellos que lo obtuvieron hace unos meses y están en juego de perderlo. 

Hasta el momento sólo he leído dos maneras de defender la propuesta número 8. La primera es cambiar el tema y la segunda es mentir. No se habla de la propuesta en sí, pero de efectos negativos que tendrían para la educación de los niños o peor aún, la defensa es la mentira. Mentir con el único objetivo de asustar a la gente. Un ejemplo es decir que las Iglesias perderían la licencia de oficiar matrimonios si rechazan casar gente del mismo sexo. Si tan importante son las reglas de la Iglesia, al menos deberían de respetar el octavo mandamiento: No levantarás falsos testimonios ni mentirás.

La familia es la base de la sociedad. Decir NO la propuesta 8 reforzará a la plataforma familiar dándole la oportunidad a más personas de crear y reconocer legal y socialmente a sus familias actuales. La familia es un concepto cultural que ha ido evolucionando -- las familias de hoy no son las mismas de hace 100 años, no son las mismas en todo el mundo y esta tradición viviente se irá adaptando. Las familias del siglo XXI viven en diferentes países, hablan diferentes idiomas, y se componen de múltiples piezas. Decir NO a la propuesta número 8 es expandir y fortalecer las familias -- nuestras familias -- es integrar a aquellos que actualmente se encuentran relegados. Es unión, es igualdad, es valor familiar. Los que apoyan la propuesta 8 en verdad no toman en cuenta que muy probablemente estarán afectando las relaciones familiares con sus hijos o nietos homosexuales sin saberlo.

El hecho de que parejas heterosexuales no estén de acuerdo a que las homosexuales tengan acceso a los mismos derechos tendría lógica si se hablara de que el matrimonio es un recurso limitado. En este caso, los derechos no son recursos, son derechos y la universalidad de los mismos no demerita su valor intrínseco. El valor de tu matrimonio se demerita por tus acciones, no por las de los demás. La santidad del matrimonio es responsabilidad de cada pareja.

Otro punto importante en esta propuesta es entender que se está hablando de erradicar derechos para un grupo minoritorio. Es importante aclarar que los derechos de las minorías no deberían ser aprobados por la mayoría. Las minorías necesitan ser defendidas y necesitan apoyo para alcanzar la igualdad. Esta ha sido la lógica que ha apoyado a pueblos perseguidos y grupos oprimidos. Sólo basta recordar el derecho al voto, tanto de la mujer como de diferentes grupos raciales. Todos estos derechos se ganan con las cortes, no con el voto popular; pero ya que se está proponiendo esta medida a voto popular, hay que decir NO a la propuesta num. 8.



¿Cuál es el miedo a permitir el matriomonio homosexual? ¿Es el mismo miedo del pasado a permitir el matrimonio entre razas diferentes? Hace 40 años el argumento era que Dios creó a las razas diferentes y fueron específicamente distribuídas geográficamente en diferentes partes del mundo con el objetivo de que no se mezclaran. Dios creó al hombre a la mujer para vivir y procrear juntos. No discutiré ninguna de las dos teorías, ya que dependiendo del punto de vista del lector pueden ser completamente válidas. Pero cabe aclarar que no es requisito ser fértil o contar con un proyecto de reproducción para que una licencia de matrimonio se otorgue por el Estado. El matrimonio civil es un contrato entre dos personas -- ni siquiera adultos -- donde la ley no requiere que la pareja se quiera o vivan sobre el mismo techo. No obstante, el contrato legal protege a sus respectivas partes. Decir NO a la propuesta 8 es extender esta protección a aquellos que se les niega. 

La propuesta 8 no está haciendo ningún cambio a la Iglesia de Dios ni al concepto del matrimonio religioso. El cambio es al matrimonio civil. El estado no sólo gobierna a los católicos y a los protestantes, también a los judíos, musulmanes, hindús y budistas; a los agnósticos, y a los ateos. Ante la ley, todos debemos ser iguales, y ante la ley es que este cambio se está proponiendo. Cada Iglesia decidirá cómo actuar en el futuro bajo sus techos, pero esta propuesta no es religiosa, es civil.

Otro argumento que escucho es el miedo a cómo se educarán los niños con estos "nuevos" conceptos. La respuesta es que será mucho más sencillo para ellos llegar a su vida adulta sin prejuicios. Los niños homosexuales tradicionalmente provienen de familias heterosexuales, por lo que el hablar claramente de las diferencias ayudará a las familias a no excluir y separar su propia familia, pero a unirla.



Cómo me gustaría tener la posibilidad de votar y hacer mi punto de vista valer. El derecho a votar se me concedió en México al cumplir los 18 años, pero en Estados Unidos, por lo pronto, sólo tengo derecho a opinar, y eso es lo que hago. ¡Di NO a la propuesta 8 en California y pasa la voz!

Thursday, October 16, 2008

Una sonrisa

Mientras buscaba un documento en mi disco duro externo, abrí uno de los ensayos que escribí en la Universidad y leí este parrafito en uno de ellos.

Es impresionante cómo frases tan sencillas pueden llegar a ser tan impactantes al conocer su sustento. Te sensibilizas a la sencillez, como Otilia se sensibilizó con Rubén Lazcano, como cuando su ‘Gracias’ para ella significó una declaración de amor (39), como cuando Prudencio le cuenta que Rubén le sonrío y ella le pregunta “¿Cómo es su sonrisa?”, a lo que él dice “¡Otilia, por Dios! ¡Qué sé yo! ¡Sonrío y ya!” y ella contesta “Yo nunca lo vi sonreir.”(161)

Monday, October 13, 2008

Traditional Values

Estoy cansado de escuchar el concepto de "Traditional Values" en la prensa gringa. Una tradición no se convierte en valor por ser tradición, y un valor no se convierte en tradición por ser valor. Una tradición es una tradición y un valor es un valor. El "valor" de los valores es intrínseco a su definición, no requiere ninguna tradición para sustentarlos. Así mismo, las tradiciones no requieren tener ningún valor para ser tradiciones. Cada concepto tiene su lugar.

Hay valores positivos y negativos, así como hay tradiciones positivas y negativas. El hecho de embonar un concepto donde una tradición ascienda a un nivel de valor positivo es in-con-gruen-te.