Primero: El lado negativo

He estado retirado de la escena blogera por un buen rato, pero no más. He decidido regresar y regresar con el pie izquierdo, es decir, con un mensaje quejándome de mis semanas de trabajo en Pittsburgh. Pronto vendrá su contraparte.

Semana 1
1. Me desespera que varios de mis compañeros de equipo se quejen cada segundo de todo.
2. Me desespera la actitud de personas que creen saberlo todo y tienen la confianza suficiente para creérselo.
3. Me molesta que la gente no sepa aplicar empatía.
4. Me molesta que mi personalidad no se adapte tan fácilmente a convivir con un rango más amplio de diferentes personalidades.
5. Ya no puedo ir a cualquier lugar de comida china, mis estándares son muy altos.

Semana 2
1. Es cansado comenzar la semana con 4 horas de camino en carretera.
2. Me molesta ampliamente el olor de cigarro.
3. No soy fan de conversaciones donde se hable mal de las mujeres, aunque sea en broma.
4. Me molesta que necesite condiciones tan específicas para abrirme como persona.
5. Estoy cansado de comer en los mismos lugares donde la comida ni siquiera es buena y además, no es saludable.

Semana 3
1. Me desespera y angustia escuchar a una persona describir todas sus acciones, pensamientos, y preocupaciones laborales de manera tan formal, rígida, y alarmante.
2. Me desespera la gente que habla y habla, y no se da la oportunidad de escuchar.
3. Me preocupa perder el interés en buscar las condiciones específicas para abrirme como persona.
4. Me desespera contestar preguntas cuando siento que no hay honesto interés en escuchar la respuesta.
5. Me preocupa que mi mente no trabaje tan estructuralmente como pensaba.

Bueno, creo que ya no tengo nada más de qué quejarme... por el momento.