Finalmente

Finalmente envié mi contra oferta. No sabía si ser totalmente honesto en el sueldo que estaba esperando, pero creo que si la información es clara y directa, es más fácil llegar a un acuerdo.

En un principio había decidido ser subjetivo, pero no. Las metas no se alcanzan con subjetividad, bueno, al menos no en este tipo de negociaciones. En este momento existen dos posibilidades cuando lean mi contra oferta.
1. Me mandarán por un tubo
2. Entraremos a negociaciones

Si me mandan por un tubo. ¿Qué se le va a hacer? La oferta tal como estaba, no la iba a aceptar, entonces o era que ellos me mandaran por un tubo o que yo los mandara por un tubo. En esta ocasión, prefiero no ser yo quien no esté dispuesto a escuchar. Al final de cuentas, estoy preparado para ser rechazado, y tengo que aprovechar este momento.

La otra opción es que entremos a negociar, y aunque no me gusta presentarme avaro, en ocasiones tenemos que enfrentar algunos miedos y para mí, siempre había sido el hablar de dinero. Si estoy buscando entender el ambiente de negocios, debo de empezar conmigo mismo. Como diría algún ñoño que conozco "consigues lo que puedes negociar, no lo que vales". En este momento estoy en una situación laboral donde no quise negociar y cuando me di cuenta de la realidad, el golpe fue duro. ¿Por qué? Porque no lo creí justo, pero al mismo tiempo, nunca pedí nada más. ¿Por qué lo iba a obtener?

En fin, no sé si llegaré a algún convenio o no, pero en verdad, me gustaría al menos intentarlo. En verdad que sí estoy interesado en obtener el trabajo, pero no debo ser tan inocente y necesito cuestionar los porqués y enfrentarme a ellos. Como diría mi mamá "cuentas claras, amistades largas".