La semana pasada ha sido una de las más estresantes de este último año. El trabajo consumió casi 70 horas de mis 5 días laborales. Sin embargo, tuve la posibilidad de meditar sobre mi vida presente y mi vida al futuro.
Mi vida continuó exactamente igual antes del domingo 21 que después del domingo 21. Ciertamente, el hecho de estar separados por más de 16 meses ha ayudado a que esta transición sea mucho más rápida de lo que pensaba. Tengo que aceptar que ha habido muchos momentos durante el día que me pongo a reflexionar sobre lo que pasó... pero no sé, hay como una barrera en mi corazón que simplemente no me deja torturarme sobre el "qué hubiera sido si...".
Lo acepto. Pensé que el domingo 21 algo iba a suceder y la solución estaría frente a nuestros ojos. Ingenuo fui. Nada pasó y eso me ayudó a finalmente entender que nada pasará. Punto final. No he llorado desde el lunes.
Una semana después, me siento como si una parte de mi estuviese ausente, pero eso no me impide ver hacia el frente y sonreir. No sé qué vaya a pasar en dos días, un mes, o el siguiente año. Lo que sé es que hoy me siente bien.
Saturday, October 27, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment