Hace varios años compré una sudadera en Princeton. La verdad, fue dinero bien invertido ya que utilizo esta prenda de vestir muy seguido, y ahora más viviendo en Seattle. Mientras viví en DC nunca nadie me preguntó si yo había ido a Princeton; era simplemente parte del atuendo. Pero por estos rumbos, es la pregunta de cada tercer día. La verdad, la verdad -- ya me cansé de decir que no. Así que tengo varias opciones:
1) Hacer una maestría en Princeton para poder decir que sí
2) Que me valga decir que no y no dar explicaciones
3) Que me valga decir que no y encontrar una respuesta de 3 palabras con las que me sienta agusto: algo así como decir... "Sólo en espíritu"
4) Comprarme otra sudadera
La solución más razonable es la número uno, pero no me agrada demasiado ninguna de las maestrías que se ofrecen y no están a distancia. En fin.
Wednesday, October 10, 2007
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