Wednesday, December 13, 2006

La Mentira

Hace varias semanas me enfrenté a un conflicto que siempre había intentado evitar: Mentir. ¿Acaso nunca había mentido? No necesariamente; simplemente ocultaba parte de la verdad. Sé que Serge dirá que también se peca de omisión - pero jalou, ignoremos a Serge. El punto es que tuve que mentir y planear la situación como villano de telenovela.

¿Por qué la necesidad? Dos semanas antes de la fecha de entrega de mi proyecto de equipo, me hablan de una vacante para que fuese a entrevistar de inmediato. Un viaje a la costa oeste con todos los gastos pagados en importante empresa de software. Intenté varias veces cambiar la fecha de la entrevista sin resultado positivo. Tenía dos opciones (1) ir a la entrevista y asusentarme del trabajo ó (2) perder la oportunidad.

Decidí no perder la oportunidad y enfrentarme con el pecado. El estado del proyecto no me permitía ningún día libre. Además, no podía tomarme la libertad de pedir vacaciones que fuesen rechazadas. Tenía que tomarme un día libre de manera 100% confiable.

¿Reportarme enfermo? Demasiado sencillo. Esa semana trabajaba desde Pittsburgh con mi equipo. ¿Algún imprevisto que no pudiera esperar para sábado, domingo, o lunes para regresar a DC? ¿Qué tan grave tendría que ser para que no hubiese manera alguna de posponerlo o haberlo prevenido antes? También definí límites a mi mentira: no muertes imaginarias o con situaciones que tuvieran consecuencias palpables.

Después de hablar por teléfono con amigos, familiares, y amores, la única solución que concluí fue el planear una emergencia y avisar el día anterior a mi partida. El miércoles en la madrugada, ya teniendo mi boleto de avión para salir el jueves por la noche, me puse a pensar en qué situación había estado en la que hubiese tomado un día libre instantáneamente. Recordé el momento y tuve la solución.

No incluí comentarios reveladores en mi petición de vacaciones, pero esta fue la historia que durante días se fue revelando: Es un asunto familiar. No es de vida o muerte, pero es muy importante. Mi prima que vive en Denver tuvo un problema y necesita a alguien. Soy el único familiar que tiene en Estados Unidos en que confía. Ella no quiere avisarle a su familia y necesita a alguien con quien estar. Si alguien de México la va a visitar, la gente sospecharía. Yo puedo ir y nadie en mi familia sabrá que estoy allá.

En fin. Mi mamá me dio la idea de usar a mi prima como coartada. Sí tengo una prima que vive en Denver, que aunque no soy su único familiar en Estados Unidos, soy el único "primo". Mi prima no fue cómplice en el asunto, pero sí fue notificada de que la utilizaría como coartada. La moraleja en esta historia es que las mentiras sí ayudan, pero se siente muy feo decirlas y más aún cuando la gente te cree. Aún siento cargo de consciencia cuando la gente me pregunta cómo sigue mi prima.

3 comments:

Fer said...

MIRA MIENTRAS NO HAGAS DAÑO A NADIE, NO HAY PEDO, EVERYBODY LIES OR NOT?, SO DON'T FEEL BAD, IF WAS FOR A GOOD REASON FOR YOU, THERE'S NOTHING TO WORRY ABOUT, SIEMPRE Y CUANDO TENGAS UNA BUENA MENTIRA, JOJOJO

DramaKing said...

Me encanto como metista a toda tu familia en la mentira, jajaja. Eso es no tener cero verguenza. Coero. Mi trabajo aqui ha terminado. :)

Atte.
Germy

psesito said...

"No tener cero vergüenza" es contrario a "No tener vergüenza" y contrario a "Tener cero vergüenza".

En fín, ciertamente Germán. Es un poco vergonzoso. De hecho, después de las entrevistas, le hablé a mi mamá para decirle que me sentía mal por todo lo que había inventado.

Mi mamá me dijo: "Mijito, si es por tu bien, se vale." - Te digo, el consejo de una madre lo vale todo.