Durante mi estancia en gringolandia, he conocido a muchas personas y puedo decir con honestidad que algunas de ellas las considero como mis amigas(os). Sin embargo, es diferente uno o dos amigos a un grupo de amigos. Por lo tanto, es que la experiencia es diferente, ya que recreo el sentido de pertenencia, tan escencial para la interacción social. Pero bueno, pasemos al grano... ¿quiénes integran mi nuevo grupo de amigos?
- El chico ruso de Dartmouth que nació en Siberia y pasó su adolescencia en Francia.
- La chica Princeton de Islas Mauricio que étnicamente es de china.
- La chica de Virginia Tech que es hindú pero que vivió desde los dos años en Botswana.
- El chico Princeton de California que en realidad es mitad filipino y mitad chino.
He de confesar que la adaptación que más me cuesta es encontrar amigos potenciales. ¿A qué me refiero? No sólo es el hecho de socializar con la gente, o que te lleves bien con alguien; es saber que te puedes divertir de manera similar, que cuentas con ellos y que ellos pueden acudir a ti. En Monterrey logré generar un grupo increíble de amigos y en ocasiones me repetía el "nunca es largo el camino que conduce a la casa de un amigo." Sin embargo, cuando estás lejos de todos ellos; uno tiene que comprender que los amigos siguen su vida y tú tienes que seguir la tuya. De esa manera, cuando se encuentran, habrá un aprendizaje entre ambos. No significa cortar lazos, sino crear nuevos.
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