Tengo que confesar que no es común lo que estoy sintiendo, pero al mismo tiempo, no es algo extraño. Es posible que a ustedes les haya ocurrido antes... Sin más rodeos, les diré de qué estoy hablando: sentir un estruendo interno que quiere a toda costa ser evocado a través de palabras, las cuales, se niegan a interrelacionarse para formar una idea coherente. ¿Consecuencias? Cantinflear. Hasta el momento, no he dicho nada y no sé si seré capaz de hacerlo, pero tengo la necesidad de intentarlo.
Los detalles del chisme los dejaré fuera del blog, pero lo que incluyo es el hecho de comprobar que hay más de un camino para lograr lo que se desea, y que talvez el hecho de querer elegir una situación inicial menos conflictiva y adaptarte a absolutamente todo ha sido más complicado que adaptarte sólo a un aspecto muy conflictivo. No puedo negar que aún sigo en estado de… ¿dónde quedó la moral? Y sobre todo… ¿por qué no me avisaron cuando la desaparecieron? Chetos, ese es el problema de ser despistado.
2 comments:
Ok, no se entendió absolutamente NADA de lo que quisiste comunicar, ASSHHH! Ni modos, tuve que llenar todos los huecos de tu dizque-historia con detalles cochambrosos, ni pex, jajaja.
Ya sé que no quieres soltar toda la sopa en el internet, pero deberías ser un poco más explícito, jelou, pensando en los demás despistados del mundo, jajaja.
Saludos.
-Germy
Te apoyo Germy
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